Palabras

Justiniano Rodríguez Castillo: ¿Somos mancha?

By febrero 12, 2019 diciembre 16th, 2019 No Comments

La Mancha es para Unamuno, mar petrificado y lleno de cielo. Para Azorín es una campiña bravía, salvaje y nunca rota, una hosquedad, una dureza. Para Galdós sigue siendo áspera y desolada. Para Washington Irwing atrae e interesa por su aridez e inmensidad. Teófilo Gautier nos dice de ella que es el colmo de la aridez y la desolación, todo es color de corcho y piedra pómez. Que es estepa semidesértica ya lo sabíamos.

Sin embargo para muchos pintores el Campo de Montiel es una sinfonía de luz y color, con tonos variados y siempre luminosos, cambiando según la hora del día por ese cielo tan claro, azul y a la vez tan particular.

Creo así que las primeras descripciones no pueden incluir a esta paleta de colores que se nos muestra en estas fotos, ni deberíamos incluir por tanto al Campo de Montiel en la Mancha.

Llama Cervantes a su héroe Don Quijote de la Mancha, y hasta cinco veces menciona al Campo de Montiel como palenque de sus aventuras, y tendríamos que preguntarnos ¿qué vio Cervantes para hacerlo así. Su aridez, sus colores, su nudo de caminos, sus gentes?. Tal vez sería su conjunto porque armonizaba como el mejor marco para su obra de arte, y donde sus desventuradas aventuras pueden transcurrir de una manera hilada y lógica.

Justiniano Rodríguez Castillo