Castillo Árabe de los Omeya
De trazado árabe irregular, aunque condicionado también por la estructura geográfica en que se asienta. Es de reducidas dimensiones, tiene forma ovalada, adaptándose a la cresta rocosa de la cima. Construido enteramente en piedra. En su interior pueden verse las saeteras, los apoyos empotrados de las desaparecidas vigas y el arco ojival de la puerta principal, resto tipo alcazaba en muy buen estado de conservación. Pertenece a la época de los Omeya. Aunque su primera construcción fue árabe, parece que la definitiva forma poligonal que ahora puede apreciarse se debe al conde Álvaro Núñez de Lara.
Iglesia de San Bartolomé
Situada en el corazón del pueblo, data del siglo XIII. Según Portuonto, parece que fue levantada sobre los restos de un templo romano. El estilo más relevante es el Barroco.
Su planta es de cruz latina, de una sola nave. La portada principal es renacentista con dos cuerpos flanqueada por pilastras, con arco de medio punto. En su interior, se pueden apreciar dos preciosos retablos y un sagrario del siglo XV, la imagen de San Bartolomé, de San Antonio Abad, las de San Pedro y San Pablo, y dos cuadros inspirados en Santo Tomás de Villanueva y San Agustín, todo ello de notable valor histórico y artístico.
Dentro de la iglesia hay una dependencia destinada a la conservación de los bienes culturales haciendo las veces de Museo-Archivo Parroquial.
Togados e Inscripciones Romanas
En la actual plaza de España podemos observar la estatua de un togado romano sobre un ara de mármol blanco, otra estatua incompleta de mujer y tres aras con inscripciones latinas, ubicados en los alrededores de la Iglesia de San Bartolomé, que se edificó sobre los cimientos de un templo romano.
Necrópolis Visigoda
Las Relaciones Topográficas de Felipe II, hace referencia al descubrimiento en la falda del cerro de Alhambra de sepulturas con restos humanos y cuentas de collar, lo que parece constituir la primera noticia sobre esta necrópolis. En 1914 se halló una estela funeraria con una figura femenina, junto a la Necrópolis de las Eras, actualmente en los fondos del Museo Arqueológico Nacional.
En 1956 se encontró al pie del cerro una treintena de sepulturas de diferente tipología, organizadas en diez filas, con un trazado bastante regular. La gran extensión de esta necrópolis rupestre (unos 3000 m2) pone de manifiesto una alta densidad demográfica. Por sus inmediaciones discurren la Cañada de Andalucía y, en la antigüedad, este territorio era atravesado por varias calzadas romanas.
Los Miradores de Alhambra
Alhambra tiene una serie de miradores desde donde se pueden contemplar impresionantes vistas del Campo de Montiel: Desde el mirador de la Gorgotija se puede divisar la necrópolis visigoda; desde el mirador Parque del Calvario, se divisa la sierra de Alhambra y restos de la calzada romana que unía las ciudades de Toletum y Laminium.
Las Cuevas de Huelma
Esta ruta parte del un cortijo llamado Huelma y discurre por una canalización artificial, que proveía al molino de agua para la producción de la energía. A continuación se adentra en un desfiladero con una vegetación exuberante y con unas grandes paredes de piedra caliza, en las cuales se abren unas oquedades, dando lugar a unas curiosas cuevas.
Senderismo por la Lagunilla
Se trata de un paraje casi virgen que puede hacerse a pie o en bici por una enorme vaguada, protegida por dos cadenas de montes situados a su derecha e izquierda a lo largo del río. En nuestro paseo observaremos el contraste de colores ocres de los alcornoques y quejigos, los verdes de las encinas, romeros, torviscos, y sabinas, los rojos de los escaramujos, zarzas y rosales silvestres. Nos encontraremos arroyos de agua y zonas de suelo encharcadas formando espacios lagunares de poca profundidad. Destacar también el yacimiento arqueológico del Bronce que tenemos en el monte situado a nuestra derecha, al comienzo de la Lagunilla.