Torre de Juan Abad

Señorío de Quevedo

Al igual que ocurre en la mayoría de los pueblos del Campo de Montiel, el núcleo urbano se asienta en una elevación del terreno -en este caso muy suave-, cuyo lugar prominente es ocupado por la iglesia. No obstante, a diferencia de muchos de ellos, su trazado urbano es bastante regular, evidenciando en escasa medida su origen medieval.

Zona de poblamiento antiguo, como atestiguan los numerosos restos arqueológicos hallados en su término. Hay constancia de restos del Calcolítico en el Cerro del Gato, del Bronce en el Cerro de los Gatos, del Hierro en Cerro del Rey, el Morrón y los Castillejos, y Calcolítico-Medieval en Los Parrales.

No obstante, el hallazgo más interesante se produjo en 1934, en Cabeza de Buey. Se encontró por casualidad, en las faenas agrícolas, un tesoro con abundante orfebrería ibérica y monedas romanas. El conjunto estaba integrado por «un cuenco, cuatro torques, un braquial, una fíbula o imperdible y 480 denarios que se encontraban en el interior del cuenco. Actualmente está depositado y expuesto, en parte, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid

Entre 1610 y 1645 Francisco de Quevedo pasó, al menos en diecisiete etapas, largas temporadas en Torre de Juan Abad, siendo varias las razones que motivaron esta estancia. El origen de la vinculación con este pueblo se remonta a los veintidós pleitos que durante toda la vida del escritor, mantenidos con el concejo por el cobro de la deuda contraída por su madre María de Santibáñez, quien el 24 de noviembre de 1598 entregó a la villa la cantidad de 3.084.500 maravedíes, a través del préstamo hipotecario llamando censo.

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La “Calle Empedrá” de Torre de Juan Abad en invierno.

La Casa-Museo de Quevedo, los Ciclos Internacionales en su Órgano Histórico, la Ermita Templaria… Torre de Juan Abad presume de gran oferta cultural

Iglesia de Ntra. Señora de los Olmos

Lo primero que llama la atención es la gran diferencia de altura entre el conjunto formado por el presbiterio-crucero y el cuerpo principal, indicándonos la existencia de dos fases constructivas, corroboradas por la diversidad de estilos. El presbiterio presenta planta pentagonal. Junto al presbiterio, en el lado Sur, se dispone el cuerpo rectangular de la sacristía, construcción de poco alzado, realizada íntegramente en sillares, con un zócalo de refuerzo. En su cara principal se abren dos bellas ventanas rectangulares, apoyadas sobre pilastras toscanas, con jambas cajeadas, adornadas con cenefas florales.

El cuerpo principal es mucho más bajo y estrecho que el presbiterio. No presenta ningún estribo de refuerzo. En sus muros, también realizados en sillares, se abren cuatro ventanas rectangulares, dos en cada lado, y dos portadas, siendo la más importante la del lado Sur.

La portada del lado Norte es mucho más antigua que la del lado Sur. Se compone de un arco conopial, con suaves arquivoltas abocinadas y gablete apenas insinuado, íntegramente realizada en sillares de piedra, remarcando el dovelaje.

Interiormente el templo presenta planta rectangular, con un crucero apenas esbozado, uniéndose en el lado de la epístola el cuerpo rectangular de la sacristía, que abarca todo el brazo derecho del transepto.

Mención singular merece el magnífico retablo mayor, dedicado a la Virgen, obra de Francisco Cano, realizado entre los últimos años del siglo XVI y comienzos de la centuria siguiente. Se compone de predela, tres cuerpos, tres calles y cuatro entrecalles. En la predela se representan, en bajorrelieve, varias escenas de la Pasión de Cristo, destacando “la Última Cena” y el “Lavatorio de Pies”, así como diversos Padres de la Iglesia y otros Santos, entre los que encontramos a San Sebastián y San Francisco.

Casa de Quevedo

Museo dedicado a la vida y obra de D. Francisco de Quevedo y Villegas, situado en un caserón del siglo XVII. Allí compuso la mayor parte de sus obras y, como Señor de la Villa de Torre de Juan Abad y posteriormente como Secretario Real, despachó asuntos de Estado y recibió a los personajes más influyentes de la política y la sociedad del momento. En la parte superior, antes destinada a las cámaras (de almacenamiento de trigo y grano) está la Sala-Museo dedicada al escritor, donde se puede observar diferente documentación y objetos personales como un tintero de cerámica talaverana, del siglo XVII, que perteneció a Quevedo durante su estancia en esta villa, del cual salieron algunas de sus más importantes obras; y el sillón que utilizaba en su casa, hecho a mano, con maderas enteras, tallado tabla a tabla.

Entre los documentos originales se encuentran:

– El Testamento de Quevedo (firmado en Villanueva de los Infantes el 26 de Abril de 1645) por el que funda un mayorazgo sobre los bienes muebles y raíces, derechos y acciones, nombrando como primer sucesor a su sobrino Pedro de Alderete.

– Numerosos manuscritos autógrafos de Francisco de Quevedo

Importante es, así mismo, la Biblioteca, que cuenta con numerosas obras de Quevedo y de otros autores del Siglo de Oro.

Casa de la Tercia

El edificio más representativo de la Plaza es la Casa de la Tercia, donde se guardaba el pan de la mesa maestral. Es un edificio de piedra labrada con el escudo de los Reyes Católicos esculpido en piedra. Tiene un bello soporte con cinco arcos, apoyados sobre pilares cuadrados.

Situada en la Plaza del Ayuntamiento, conserva unos soportales que cuentan con arcos de medio punto realizados en arenisca de tonos grisáceos. El nombre es engañoso ya que se trata de la antigua alhóndiga de la villa, de la que se han perdido el resto de estructuras que la integraban. Es biblioteca y, desde 1985, hogar del jubilado.

Ermita de Ntra. Señora de la Vega

Está situada a unos 4 kilómetros al Oeste del Municipio, en una zona dedicada al cultivo hortícola, junto al Arroyo de Santa María. La Ermita de Nuestra Señora de La Vega es deorigen templario, del siglo XIII. La imagen de La Virgen objeto de la romería del 15 de agosto, esto es, la Virgen de La Vega, es al parecer una recomposición de una imagen románica del siglo XII.

De la primitiva imagen queda el rostro. Fue objeto en tiempos antiguos de gran devoción por los comarcanos del Campo de Montiel. Tuvo suerte la imagen en la Guerra Civil española, ya que se salvó de ser quemada por la devoción y la fe de alguno de los vecinos de la población.

El fin de semana más próximo al 15 de agosto se celebran los actos religiosos que preceden a la romería. Uno de estos actos es la procesión en la que Nuestra Señora es llevada a la población.

En los alrededores de la ermita hay una velada con hogueras la noche del viernes. La comida romera es el sábado. El domingo hay una subasta en forma de puja por las andas de la Virgen. Por la noche hay un forcejeo en la entrada de la Iglesia, en la que un grupo pretende introducir la imagen en la Iglesia y otro se opone.

Paraje del Pilar

A la salida del pueblo un bonito paseo arbolado con bancos a ambos lados conduce tras 1 Km., a La Fuente del Pilar y su alberca. Tres enormes álamos blancos, centenarios, a la derecha, con las huellas indelebles del tiempo, la custodian como leales guardianes. En el lateral izquierdo de la fuente, una cocina cubierta; y una pequeña capilla, bajo la advocación de San Cristóbal. Detrás, un parque arbolado.

El Organo Histórico de Torre de Juan Abad

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Órgano Histórico de Torre de Juan Abad

Un magnífico instrumento perteneciente a la organería española del S. XVIII, fue construido por el maestro Gaspar de la Redonda Zevallos en 1763. Es el único Órgano histórico que conservamos en nuestra provincia, y uno de los pocos de toda la región. Ello lo hace, aún, mucho más valioso dándole categoría de “pieza histórica”, pues cuenta con el 99% del material original. El precio y las “características que había de tener este Órgano”, cuyo contrato conservamos en los archivos, nos hablan de la importancia de este instrumento. Tras un impecable y minucioso trabajo de restauración llevado a cabo por Alain Faye y sus prestigiosos maestros organeros, en la actualidad se celebran Ciclos Internacionales de Conciertos distribuidos a lo largo del año.

Fiestas y tradiciones

La Romería y Traída
de la Virgen de la Vega

Se celebra el 15 de Agosto (puede variar la fecha). La fiesta comienza el viernes noche, cuando los torreños acampan en los alrededores de la ermita, formando una gran “romería nocturna” junto a la Virgen. Al atardecer del día siguiente, la virgen es llevada de su ermita a la iglesia del pueblo. Cientos de vecinos acompañan a la virgen en el trayecto y muchos más la esperan a su llegada al pueblo.

Cuando la Virgen llega a la iglesia, es cuando se genera la mayor concentración de torreños del año, para ver cómo los jóvenes no dejan entrar a la Patrona hasta que consideran que el dinero pujado por las andas es suficiente. A veces se produce un auténtico forcejeo entre los que pretenden entrar con la Virgen y los que no consienten su entrada a la iglesia

Otras Fiestas

San Antón, la noche del 16 de enero se encienden “luminarias” en las calles y se invita a los asistentes. San Marcos, a lo largo del día es tradición ir a los sembrados a “atar al diablo”, como símbolo ahuyentador del mal. Es tradicion también merendar huevos pintados y el típico “hornazo”, torta de pan con chorizo y huevo cocido. Los Mayos, en Torre de Juan Abad se conservan todavía en toda su pureza y desnudez, siendo unos de los más folclóricos de la provincia. Los mozos con acompañamiento de guitarra, laúd, bandurria, almirez y botella, cantan a las mozas al pie de las ventanas y balcones. San Isidro, celebración en honor al Santo, romería en la ermita, concursos y un día repleto de actividades festivas. Las Fiestas Patronales, que se celebran en torno al 8 de septiembre en honor a la Virgen de la Vega.

Un paseo por Torre de Juan Abad