Villamanrique

Tierra de Jorge Manrique y tradición taurina

Villamanrique nace como una pequeña aldea dependiente de Torre de Juan Abad, a los pies de una Sierra llamada de San Cristóbal, donde se levantó una ermita desaparecida a finales del siglo XVIII.

Lugar de eminente valor estratégico ocupado por los musulmanes, quienes levantaron una gran fortaleza denominada Eznavejor, reconquistada en el año 1213 por los cristianos. El castillo un año más tarde fue entregado a la Orden de Santiago para que lo poblara, sin embargo fue progresivamente abandonado, y finalmente aterrado en ese mismo siglo XIII, a la sombra de un nuevo castillo llamado de Montizón, quedando el sistema defensivo asegurado mediante toda una red de torreones o atalayas complementarias.

La aldea de Belmontejo de la Sierra, antiguo nombre de Villamanrique, se repobló rápidamente bajo la jurisdicción de Torre de Juan Abad, hasta que el 18 de Diciembre de 1474 consiguió su privilegio de villazgo de manos del Maestre Don Rodrigo Manrique, en cuyo honor cambió su antiguo nombre por el actual. En el ánimo de la Orden pesaba el deseo de terminar cuanto antes la repoblación del territorio, limitando la dependencia de Villamanrique de su antigua cabecera en materia judicial y administrativa. Algunos autores consideran que la concesión del privilegio de villazgo formó parte de las dádivas concedidas por los Reyes Católicos a todos aquellos lugares y caballeros que les fueron fieles durante la guerra contra Doña Juana “La Beltraneja”. La Torre de Juan Abad sufrió el efecto contrario, convirtiéndose en el punto de mira de los ataques de los Manrique a lo largo de los últimos años del siglo XV, determinando su casi total despoblamiento.

Miembro de la Encomienda de Santiago de Montizón dominada desde su sede por la poderosa familia de Los Manrique, durante los últimos años del cuatrocientos y los primeros del quinientos, su población prosperó con rapidez, sufriendo durante el siglo siguiente el mismo proceso de crisis que los demás enclaves del territorio.

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Una tormenta primaveral y el sol juegan a iluminar y ensombrecer Villamanrique

En Villamanrique se encuentra el Castillo de Montizón, la fortaleza medieval mejor conservada de todo el Campo de Montiel.

Castillo de Montizón

El castillo de Montizón se localiza al suroeste de Villamanrique, a una distancia de 6 km., junto al río Guadalén. Fue construido por la Orden de Santiago a mediados del siglo XIII, con el nombre de Santiago de Montizón o Sant Yagüe.

Declarado Monumento histórico-artístico con carácter nacional en 1983 es la fortaleza medieval mejor conservada de todo el Campo de Montiel. Castillo soberbio de fuertes y gruesos muros, fue Cabecera de la Encomienda de Montizón. Las dependencias más importantes y aún conservadas son la puebla o albacara, la Torre del Homenaje y el patio de armas. Jorge Manrique fue comendador y vivió varios años en este castillo.

Castillo de Eznavejor – Torres de Xoray

Se localizan los restos de esta antigua fortaleza junto a la carretera de Torre de Juan Abad a Villamanrique, dominando un angosto corredor conocido como el Estrecho de las Torres.

Se trata de una fortaleza de planta considerablemente regular, que ocupa casi totalmente la cima del pequeño monte. De forma rectangular muy alargada, conservamos vestigios de cortinas de muralla, de varias torres y pequeños restos de cámaras internas. El perímetro del castillo tenía una longitud de unos 250 m2 y ocupaba una superficie de 3000 m2.

Durante la primera mitad del siglo XIII esta fortaleza debió ser una de las más importantes de la zona ya que el 4 de septiembre de 1239 tuvo lugar una partición de tierras, entre las órdenes de Calatrava y Santiago, en el sur de Ciudad Real, que se hace tomando como base los castillos de Salvatierra y Eznavexore, lo que ratifica la importancia de estos enclaves y sus términos. Junto a este castillo se establecerían las actuales poblaciones de Villamanrique y Torre de Juan Abad. El 7 de Mayo de 1214 hay un privilegio de Alfonso VIII por el que dona las Torres de Joray a los Caballeros de la Orden de Santiago.

Torre de la Higuera

Es un torreón aislado localizado al noroeste de Villamanrique, en las proximidades de Torre de Juan Abad, cumplía funciones de torre vigía y está construida sobre un cerro que se eleva sobre el arroyo de la Cañada y que permite la visibilidad tanto hacia el Castillo de Montizón como hacia Eznavejor.

La torre contaba en su interior con una planta baja, planta principal con una ventana en cada paramento y, sobre ésta, una terraza defensiva, hoy desalmenada. La separación entre los cuerpos se hacía con suelos y techos de madera, comunicándose con una escalera del mismo material.

Iglesia de San Andrés

De finales del siglo XV al XVII, declarada Monumento Nacional. Este magnífico templo nos revela la transición del gótico al renacimiento; con espléndido pórtico renacentista e interior de una sola nave con capillas laterales.

Fue construida por la Orden de Santiago. Tiene una torre en el ángulo sur-oeste a la que se accede por una interesante y poco frecuente escalera de caracol de piedra labrada con 107 escalones todos iguales. La torre es de planta cuadrada inferior y de planta octagonal superior con cuatro fogones en las esquinas de las que tres de ellas permanecen en buen estado. Tiene adosado un gran contrafuerte en el cuerpo bajo en su ángulo suroeste. Al coro se accede por la escalera de caracol que también sube a la galería de la portada principal y a la torre.

En el interior nos encontramos tres bóvedas estrelladas, dibujadas por finas nervaduras que ascienden y se abren en abanico desde columnas corintias adosadas a las paredes. En la capilla Mayor apreciamos una cúpula de media naranja sobre pechinas decoradas con motivos pictóricos de temática religiosa entre la que conocemos a los cuatro evangelistas. Tiene varias capillas laterales, dos de ellas son más antiguas, las otras dos se construyeron después del año 1578. Entre sus mejores obras se encuentra un fresco de finales del siglo XV que representa a Cristo Crucificado y los trabajos de madera tanto para la balaustrada del coro como para las puertas interiores que resguardan los accesos.

Llama poderosamente la atención su bella fachada. Es una de las portadas más interesantes de todo el Renacimiento de la zona. Está cobijada por un arco de gran profundidad. La portada decorada con grutescos, está muy en relación con el estilo de Andrés Vandelvira .El acceso está formado por una arco de medio punto sobre unas jambas, ricamente decoradas con grutescos.

La Casa Grande o de los Manrique

Declara de Interés Cultural con la categoría de Monumento. Es un edificio Renacentista de carácter civil con bello patio columnado y galerías de balaustres de madera. Tiene un gran interés como ejemplo de casa solariega.

En el interior, un zaguán da paso a un patio de planta cuadrangular, con suelo de baldosa de barro y galería sobre columnas toscanas con zapatas, que sustentan una gran viga corrida, a modo de dintel. En un rincón hay una sencilla escalera que asciende a un corredor superior con pies derechos. En este caso, la tradicional balaustrada ha sido sustituida por un peto de obra y pasamanos de madera. En ambas galerías se abren ventanas y puertas rectangulares.

Hay una tercera planta, de menor altura, a modo de cámara. Sus vanos aparecen hoy cegados. La cubierta es de teja árabe a dos aguas. Se localiza en la esquina entre las calles Cervantes y Maestre Rodrigo.

Blasones nobles

Villamanrique, junto a Villanueva de los Infantes y La Solana, son los tres municipios del Campo de Montiel, con más heráldica de toda la provincia de Ciudad Real. Paseando por las calles de Villamanrique, podemos disfrutar de varios blasones, algunos de ellos en muy buen estado, entre los que cabe destacar:

El Blasón del Caballero de Santiago Sebastián Suárez de Mendoza, escudo labrado en piedra que se conserva en buen estado, pertenece a la primera mitad del siglo XVII y lo podemos ver presidiendo la fachada principal de la Casa de la Encomienda, en la actual calle Cervantes 11.

Escudo personal del Caballero Pedro Andrés de Guzmán, también perteneciente a la Orden de Santiago. Más deteriorado que el anterior y de la segunda mitad del XVII. Está situado en el interior de una de las casas de la calle Antonia Manzano

Blasón alusivo al enlace de Ana Velasco Ayala y Pedro Andrés de Guzmán. Labrado en piedra de la segunda mitad del siglo XVII, situado en la fachada de la casa de la Encomienda.

Blasón del Caballero de Santiago Nicolás Fernández de Córdoba, que fue administrador de la Encomienda entre 1681 y 1682, siendo titular de la misma la marquesa viuda de Algaba, Ana Velasco y Ayala. Escudo labrado en piedra de la segunda mitad del XVII. Situado en la fachada de los números 42 y 46 de la calle Jerónimo Frías. Posee timbrado inquisitorial.

Blasón del Caballero de Santiago Vespasiano Gonzaga y Capua, también labrado en piedra, bastante deteriorado, de la segunda mitad del siglo XVII y situado en la fachada nº 60 de la calle Jerónimo Frías. La presencia de dicho duque puede obedecer al matrimonio de Vespasiano con la Condesa de Paredes de Nava, María Manrique de Lara, señora de Villapalacios.

Fiestas y tradiciones

Fiestas de San Miguel

Se celebran en el mes de Septiembre, más concretamente a partir del día 28. Los verdaderos protagonistas de San Miguel son los encierros taurinos que se celebran todas las tardes y que atraen a gran número de personas. Son, sin lugar a dudas, una de las fiestas más populares del Campo de Montiel y de las que mayor poder de convocatoria tiene.
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Una de las principales peculiaridades de estos encierros es que las reses nunca son sacrificadas sino devueltas a los ganaderos.

Otras fiestas

Otras fiestas de Villamanrique son: San Antón, el 17 de Enero. Virgen de Mairena, primer domingo de Mayo. San Isidro, el 15 de Mayo. San Cristobal 10 de julio. San Marcos el 25 de abril.

Jorge Manrique y las
Jornadas Manriqueñas

Jorge Manrique fue señor de Belmontejo de la Sierra (actual Villamanrique), comendador del castillo de Montizón, Trece de Santiago, duque de Montalvo por concesión aragonesa y capitán de hombres de armas de Castilla, fue más un guerrero que escritor, pese a lo cual fue también un insigne poeta, considerado por algunos como el primero del Prerrenacimiento.

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Jorge Manrique

Su obra poética no es extensa, unas 40 composiciones. Se suele clasificar en tres grupos: amoroso, burlesco y doctrinal. Son, en general, obras satíricas y amorosas convencionales dentro de los cánones de la poesía cancioneril de la época, todavía bajo influencia provenzal, con un tono de galantería erótica velada por medio de finas alegorías.

Destacan de forma señera por unir tradición y originalidad las Coplas por la muerte de su padre. En ellas Jorge Manrique hace el elogio fúnebre de su padre, Don Rodrigo Manrique, mostrándolo como un modelo de heroísmo, de virtudes y de serenidad ante la muerte. El poema es uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos y ha pasado al canon de la literatura universal.

En el mes de Mayo se celebran unas jornadas entorno a la figura del poeta Jorge Manrique. En estas jornadas se da cita la cultura además de numerosas actos, juegos medievales, mercadillos. Uno de los escenarios donde se desarrollan estas jornadas es el Castillo de Montizón. Durante un fin de semana Villamanrique nos transporta a la época medieval que Jorge Manrique vivió durante varios años en esta localidad.

Un paseo por Villamanrique