Torrenueva

Arte religioso y su exclusiva Borricá

Torrenueva está rodeada de bellos parajes característicos del Campo de Montiel, que nos premian con sus cambios de color en cada estación y se transforman constantemente manteniendo la calma y la paz que esta tierra nos transmite.

Si una de las fechas claves para la historia de Torrenueva es la de 1440, año que se le otorga su “Carta Puebla”, no debemos obviar el siglo XIII concretamente 1275 cuando se crea la Encomienda Mayor de Castilla a la que estuvo ligado todo el término que posteriormente habría de comprender la villa de Torrenueva. Desde el principio dicha Encomienda se hizo cargo de una serie de bienes en distintas poblaciones y aunque Torrenueva no estaba aún constituida, todo su término y el de la dehesa de los Hitos que pertenecía a la jurisdicción de Torre de Juan Abad fueron bienes bajo el control de la misma.

La Carta Puebla de Torrenueva la conocemos a través de un documento histórico jurídico de cuatro folios en pergamino, firmado por el rey Carlos I el día 2 de junio de 1527 confirmando el privilegio fundacional de Torrenueva.

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Iglesia Parroquial de Santigo el Mayor, en la Plaza de España, Torrenueva

La Iglesia de Torrenueva, una de las más bellas del Campo de Montiel, y sus cinco Ermitas, ofrecen al visitante un singular recorrido monumental

Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor

Está situada en la Plaza de España y es del tipo de las llamadas “exentas”, que no están unidas a otras edificaciones. Fue construida de fabrica sencilla, realizada a cal y canto, – mampostería- y con sillares en las esquinas para reforzarlas. Se utilizó el ladrillo de arquería que corona el edificio. Al exterior se abren puertas, una al Norte, y la principal al Sur, en la plaza Mayor. Su portada sur es una de las más bella del Campo de Montiel, similar a la de la Iglesia de Villahermosa. También tenía otras dos puertas pequeñas, una que daba acceso a la capilla de la Virgen de Gracia, y otra debajo del coro, la llamada puerta de los catecúmenos. Comenzó su construcción hacia 1525 y se terminó en 1535. Es de estilo plateresco -isabelino renacentista-, enmarcada en pilastrillas rematadas en agujas, influencia del gótico tardío, como el resto de fábrica. Está formada por un arco escárzalo bordeado con crestería de filigrana calada, y tres arcos ojivales abocinados, apeados en columnillas. Entre sus arquivoltas hay numerosas cabezas de ángeles, veneras y cardinas.

Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza

Está situada en las afueras del casco urbano dirección norte. La Ermita se encuentra precedida de bellos jardines y paseos muy cuidados por los torreveños, ya que dentro de la Ermita descansa la Virgen de la Cabeza, patrona de Torrenueva a la que siempre se le tuvo gran devoción. Sin duda, es la ermita más emblemática y visitada de la villa. En el interior observamos cúpulas policromadas y un pequeño altar. El centro está presidido por la imagen de la virgen.

Desde la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, disfrutaremos de unas vistas excelentes de Torrenueva y del humilde río Jabalón, que pasa por delante del pueblo adornándolo a su paso con árboles y vegetación propia de la zona.

Ermita Santo Cristo del Consuelo

Fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII y terminada en en al año 1795. Está situada en el extremo del pueblo que mira al mediodía; podemos decir que con anterioridad a 1740 ya se hacían rogativas y procesiones al Cristo, y que la devoción al mismo fue en aumento.

La consecuencia de ello fue que ya en 1749 se inició un proceso para que en la “casilla” donde fue pintado el Cristo más otra unida a ella, ambas compradas por el concejo, se fundase un hospicio o convento. No llegando a un acuerdo entre el concejo y la fundación de los capuchinos, y no concediendo la licencia para fundar el convento, los torreveños comunican su deseo de apartarse de la obligación que habían contraído con los capuchinos, ya que todo ello dio lugar a que la devoción y limosnas de los fieles fuera disminuyendo. Finalmente se llega a la solución de sustituir el convento por una ermita para el Santo Cristo, iniciándose su construcción en la segunda parte del siglo XVIII y concluyéndose a finales, concretamente en al año 1795.

Hoy se encuentra restaurada y en muy buen estado, luciendo su arquitectura en la parte del mediodía; y la devoción de los torreveños por el Santo Cristo permanece a pesar de todas las vicisitudes.

Ermita de San Juan

En un principio, se situaba en 1575 fuera de la población, con el tiempo fue absorbida por el creciente urbanismo de los siglos posteriores.

Es la única ermita citada en las Relaciones Topográficas que aún perdura. En opinión de García López, la construcción de la misma se inició en 1526. El Libro de Visitas de 1719 la describe de la forma siguiente:

“…es de una nave y su fábrica de ladrillos y cajones de mampostería, sus techos de ripio y madera de pino, tejado a dos aguas… Está toda la ermita enlucida, tiene solo un altar formado de un nicho de yeso y en él una hechura de talla de cinco cuartas de alto del Señor San Juan Bautista…”.

Ermita de la Veracruz

Siglo XVI-XVII. Esta ermita viene polarizando las celebraciones de Pasión y Penitencia de la Semana Santa de esta villa.

En Torrenueva primero se originó la cofradía con tal nombre y con posterioridad su ermita. Se cree que esta ermita de la Vera Cruz no fue construida con anterioridad al siglo XVI, puesto que las Relaciones Topográficas no la mencionan, pero sí es seguro que en siglo XVII ya estaba erigida. Así lo testifica un documento de 1694 al hablar de las cofradías cuando expresa:

…también hay otra fundada en la ermita de la Vera Cruz…”

El emplazamiento de esta ermita tiene dos puertas, una en la calle Real y otra en la calle Ranas, la sitúan casi en el corazón del casco urbano. Esta ermita viene polarizando desde muy antiguo las celebraciones de Pasión y Penitencia que durante la Semana Santa impregnan la vida religiosa de esta villa.

Ermita de San Antón

En sus comienzos, dedicada a San Sebastián hasta aproximadamente el año 1740.

En cuanto a la fecha en que fue construida, resulta difícil saberlo, aunque ya en 1575 existía una Cofradía de San Sebastián. Con posterioridad a esta fecha aparece la ermita de San Sebastián. Después de 1740, parece ser que la devoción por San Sebastián fue decreciendo y en la misma medida se acrecentó la devoción por San Antón, quizás debido a la nueva costumbre de en su día correr los animales hasta la ermita.

Casas Solariegas

Recorriendo las calles de Torrenueva, nos encontraremos con varias casas solariegas. Casas que en su día pertenecieron a hidalgos, como así lo atestiguan algunos blasones familiares que aún se conservan. Cabe destacar dos de ellas, la casa de los Solís, con puerta en piedra y blasonada, y la casa de los Bustamante, con su bello patio porticado y balaustradas de madera tallada.

Fiestas y tradiciones

La Borricá, fiesta exclusiva de Torrenueva

Como fiesta destacada y exclusiva de Torrenueva, tenemos que destacar “la Borricá”, cada vez más arraigada en la localidad y muy conocida en la comarca. Es una fiesta de origen religioso en la que el protagonista, generalmente un vecino de Torrenueva, hace de abanderado por una promesa.

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Escultura homenaje a “La Borricá”, en una de las rotondas de Torrenueva

Un gran número de vecinos le acompañan y pasean por el pueblo a caballo, antiguamente en mulas o burros, de ahí el nombre de “la Borricá”. El abanderado invita a sus acompañantes, vecinos y amigos a dulces típicos de la zona, frutos secos, etc…, la fiesta concluye en la iglesia entregándole al cura la recaudación obtenida, acompañada de una emotiva ovación de los acompañantes.

Otras Fiestas

Las Ferias y Fiestas el 8 de septiembre; la Fiesta del Santo Cristo del Consuelo, el 14 de septiembre; San Antón el 17 de enero; San Sebastián, 20 de enero; Las Cruces de mayo del 1 al 3 de mayo; la Romería de San Isidro el 15 de mayo y San Cristobal que se celebra el Domingo más próximo al 10 de julio.

Un paseo por Torrenueva