Y estaban el pastor, el perro y la garrota…
PASTOREO TRADICIONAL EN EL CAMPO DE MONTIEL
Por Tomás Morcillo Cuenca, Manuel López Sánchez y José Fajardo Rodríguez
En 2021 se publicó este libro que nos ocupa sobre el pastoreo tradicional en el Campo de Montiel, una verdadera joya que, sobre todo, irradia admiración y un inmenso respeto por el oficio de todas esas personas que se dedicaron al pastoreo y a todo el conocimiento intrínseco a esa profesión.
Fue hace una par de años, al acudir a la invitación de Manuel López Sánchez, gran amigo y persona de una sensibilidad extraordinaria, para asistir a la inauguración de una exposición sobre el pastoreo, en el Museo Etnográfico de El Ballestero, cuando Manuel nos contó el proyecto en el que estaba trabajando sobre el pastoreo y que tendría como resultado la edición de este libro. Aprovecho para animar a visitar este museo y en especial, la maravillosa recreación de una tienda-colmado, una cocinilla y un taller.
Se trata de una obra coral, pues aunque los autores son tres, podríamos decir que gracias a la colaboración de un gran número de personas, se le ha podido dar el contenido y la forma que lo convierten en un trabajo exhaustivo y necesario. Exhaustivo porque abarca no sólo todos los aspectos relacionados directamente con el oficio de pastor, sino también otros oficios y disciplinas que lo tocan de forma indirecta. Y necesario porque recoge una sabiduría, un conocimiento y una tradición oral que si no se hubiera dejado por escrito, se habría perdido para generaciones venideras.
Antes de dar paso al resumen del libro, simplemente añadir que su lectura me ha resultado un verdadero placer por conocer todo el saber que encierra el oficio de pastor, y poder admirar un oficio considerado humilde y sencillo. Su lectura también me ha evocado recuerdos de los veranos que desde niña he pasado en la finca de Lizana de mi familia, donde siempre hubo pastores al cuidado de ganado, entre los que se encontró uno de los informantes de este estudio, Venerando Gómez Oliver, Venera.
Prólogo – El libro comienza con un prólogo excelente de Santiago Cabañero, Presidente de la Diputación de Albacete que como hijo y nieto de pastor hace un elogio lleno de sensibilidad hacia el oficio y hacia el libro. Lo califica de “obra de arte” y resalta que recoge el testimonio de los pastores informantes, haciendo protagonistas a los que realmente lo son. No olvida Santiago señalar que se trata de un oficio tradicional que es cultura y seña de identidad de este territorio. Y reconoce el mérito de los autores que han trabajado con minuciosidad, cariño y respeto, demostrando su pasión por este tema.
Los Protagonistas – Distribuidos por cada uno de los municipios objeto de este trabajo, aparecen con nombre, apellidos, mote, fecha de nacimiento y en ocasiones, fotografía, los más de medio centenar de informantes que han proporcionado su conocimiento y experiencia para realizar el libro.
Agradecimientos – Además de los informantes, no olvidan los autores a todas las personas cuya colaboración ha sido importante para sacar adelante el estudio. Empleados en la Diputación, en los ayuntamientos, en el Archivo Histórico Provincial, en la Delegación Provincial de Agricultura, en el Instituto de Desarrollo Regional de la UCLM, de los Museos Etnográficos de la Comarca, tanto oficiales como propietarios de colecciones particulares; las personas que les han proporcionado acceso a diversa documentación; aquellas personas que les han enseñado recetas de cocina; elaboración de salón o de tortas de pastor, así como de diferentes artesanías, folclore; a localizar corrales; las queserías que ofrecieron sus productos para la presentación de la exposición en El Ballestero… En fin, alrededor de sesenta y cinco nombres que plasman en el libro como agradecimiento a su colaboración esencial para elaborar el estudio.
Introducción – Los autores confiesan las razones que les llevaron a emprender esta aventura entre los tres, una idea que les rondaba la cabeza desde hacía tiempo y que sentían la necesidad de dejarla por escrito, porque todo saber ha de quedar por escrito si queremos que se conozca y perdure en el tiempo. Explican la metodología que se resume en un trabajo de campo basado en entrevistas a los hombres y mujeres que desempeñaron el oficio. Reconocen los autores lo fácil que les resultó entrevistarse con los informantes por la total disposición, sencillez y hospitalidad que se encontraron. Para el texto se ha elegido un estilo divulgativo de lectura muy fácil. La introducción termina con un recorrido en el tiempo por otras obras escritas y audiovisuales que han tratado el tema del pastoreo.
Objetivos – Con este trabajo se pretende
Reconocer el trabajo de los pastores
Mostrar sus destrezas en el manejo del ganado y en el uso sostenible de los recursos.
Recuperar la memoria colectiva de este oficio.
Dar a conocer este patrimonio cultural a los jóvenes.
Documentar los conocimientos tradicionales y los procesos asociados al pastoreo.
Finalmente, ofrecer un punto de partida para posteriores investigaciones.
Ámbito geográfico – El territorio comprendido en el estudio es la zona nororiental de la comarca del Campo de Montiel geográfico, que se ubica en la provincia de Albacete y que incluye los términos de Ossa de Montiel, El Bonillo, Munera, Viveros, El Ballestero, Lezuza, Los Chospes, El Robledo y Tiriez. En este apartado se hace una descripción del relieve, la geología, la hidrografía, edafología, la climatología, la vegetación y la fauna de esta comarca. A continuación se entra en el tema de la tradición ganadera desde el punto de vista histórico, haciendo un recorrido por la transhumancia y describiendo la importancia de las Cañadas Reales que la surcan, como son la Cañada de los Serranos que va hacia Teruel y la Cañada Real de Andalucía que va hacia Valencia. Ligado a todo esto, no olvidan los autores contarnos la evolución en el tipo de morada y de corrales utilizados como cobijo de pastores y ganado, dando cuenta de la localización y los nombres de muchos cortijos. Unido a todo lo anterior, los autores incluyen un apartado dedicado a la toponimia ganadera que deja constancia de la importante tradición ganadera de la zona aunque cuentan con nostalgia cómo muchos de estos topónimos han sido cambiados o modernizados por los nuevos dueños.
Descripción de los municipios objeto del estudio – En la descripción de cada municipio se incluye mapa y breve información de abrevaderos, fincas, dehesas, corrales y toponimia.
La Pastoría.- Este capítulo comprende todo el conocimiento asociado al oficio de la pastoría. Incluye la vestimenta del pastor con las diferentes industrias ligadas a ella y que han ido desapareciendo. Elementos como el capote, la montera, la garrota, antiparas o delanteras, peale y abarcas son descritas con detalle. En otro apartado se trata el manejo del ganado: el hatajo o conjunto de ovejas y cabras; la dula o rebaño de propiedad comunitaria. La dula se remonta a época medieval y desapareció de nuestros pueblos por los años 70 del siglo pasado. El conocimiento del ganado, las razas, la edad de los animales, las denominaciones de las cabras y de las ovejas por el color de su pelo. La cornamenta, las marcas en la cara, la paridera descrito como el momento en que las hembras paren y también el lugar donde lo hacen; ahijar que es juntar las crías con sus madres naturales u otras que han parido y cuyas crías han muerto; esrabotar las borregas que es apartarlas para únicamente críar. La alimentación de los rebaños cuenta con un apartado extenso en el que se incluye los tipos de plantas y forraje de este territorio. A continuación se incluye un apartado sobre la veterinaria popular, pues los pastores tenían que diagnosticar y aplicar al ganado el tratamiento de numerosas enfermedades, ataques de otros animales y accidentes. Entre los remedios se trata de la miera, sustancia obtenida de la combustión de las cepas de enebro y que tiene un alto poder desinfectante. En la actualidad, el tratamiento de las enfermedades del ganado lo realizan los veterinarios, más conocidos como albéitares.
Los cencerros, sus tipos, sonidos, usos y elaboración merecen un comprehensivo apartado. A continuación se les dedica un epígrafe a los animales auxiliares de los pastores tales como perros y burros, esenciales como ayuda para la labor del pastoreo. Termina este apartado con el tema de la amenaza de los lobos, la forma de defenderse de ellos y leyendas populares sobre los mismos.
Entre los productos ganaderos se incluyen también labores asociadas como la forma en arreglar los corderos, la venta de animales, el trato y los tratantes con nombre propio; el esquileo, también incluyendo el nombre de los esquiladores de la zona; y el ordeño. Como productos se describe la elaboración del queso al que añaden un listado de las queserías actuales, los calostros, la lana y la basura.
En el siguiente capítulo se trata de la vida de los pastores e incluye temas como el ajuste del pago de los pastores, la jerarquía entre ellos (mayorales, ayudaores y zagales). Un apartado específico se dedica a las pastoras que eran las mujeres de los mayorales y de los ayudaores y que asumían labores como la elaboración del queso, la manutención de los pastores y el mataero sin cobrar nada por su trabajo. También en algunos casos, desempeñaban la labor de pastoreo; eran conocedoras del oficio y hacían un servicio auxiliar al pastor muy importante y poco reconocido.
A continuación se hace una descripción de la majada y la tienda del pastor; su ubicación, su construcción y los factores a tener en cuenta para dejarla segura y protegida. En el siguiente aparatado se trata del hato y el lío de pastor; sus provisiones, la burra del hato, los aparejos, utensilios, herramientas, enseres, la tienda y las camas de los pastores. Se incluye una descripción de la vida en las majás y en los chozos que en ocasiones eran ocupados por la familia del pastor. Y la mudá que era el momento que los pastores aprovechaban para turnarse con otro pastor y acercarse al pueblo para ver a la familia, lavarse y cambiarse de ropa. Un extenso apartado dedican los autores a la cocina de los pastores, sus guisos como los gazpachos con torta de pastor, las gachas o el morteruelo por citar algunos. Terminan este apartado gastronómico describiendo detalladamente la forma de hacer salón. Por último, se tratan las enfermedades propias del oficio de pastor, enfermedades laborales que nunca tuvieron el reconocimiento de tales.
El siguiente capítulo trata de las artesanías pastoriles en las que siempre se utilizan recursos naturales al alcance de los pastores, tales como el trabajo del esparto, de la paja del centeno y del trigo, las escobas, la madera, el trabajo del cuero y curtido de pieles; la piedra y otros materiales.
Un capítulo de gran valor por ser algo inmaterial y por lo tanto etéreo, es el que comprende la cultura asociada al pastoreo. Aquí se incluye el conocimiento de las estrellas, los vientos, la predicción del tiempo; la flora y la fauna específica de la zona. Sobre las plantas se distinguen las que son buen alimento para el ganado, las de uso artesanal, las venenosas o dañinas, las que se utilizan como combustible; las plantas con propiedades medicinales y las usadas como condimento y, por último, las que se usaban como remedios en el desempeño de la veterinaria popular.
Otro apartado incluye el ciclo festivo dentro del año y la religiosidad de los pastores que no eran ajenos al calendario cristiano y a la devoción mariana. En él se citan las fiestas y ferias así como las advocaciones a Santos y Vírgenes que representan la tradición cristiana tan arraigada entre los pastores.
En el saber inmaterial se hace mención a los cuentos de los pastores y, en concreto, se relata el cuento del pastor de Susaña. Y también como parte de esa cultura inmaterial se describe el baile de los garrotes, de Ossa de Montiel en la que hombres con indumentaria de pastores, bailan al ritmo de un almirez, una botella de anís y una caña en esta danza de aire ancestral y rudo. El baile de los garrotes, que se recuperó gracias a la labor de la Sección Femenina, allá por los años 60 del siglo pasado, es en la actualidad un baile que el grupo de Coros y Danzas Montesinos, de Ossa de Montiel, lleva representando por toda España, habiendo ganado varios premios nacionales e internacionales.
Termina este capítulo citando dichos, romances pastoriles, cuentos, así como adivinanzas, refranes y poemas de y sobre pastores.
Uno de los apartados más interesantes de libro es el glosario que aparece en las últimas páginas y que recoge las palabras asociadas al mundo del pastoreo describiéndolas; muchas de ellas son antiguas, algunas perviven en la actualidad y otras ya están en desuso porque los significantes a los que se refieren han dejado de existir. Es una buena recopilación y para los que nos gusta la Lengua, un verdadero placer conocerlas.
Y como final del libro, los autores incluyen una serie de conclusiones entre las que señalan las consecuencias del declive del pastoreo tradicional en el ámbito demográfico, económico, medioambiental, cultural y patrimonial, y van más allá proponiendo soluciones factibles como la convivencia de la ganadería extensiva y la estabulada con efectos positivos en la sostenibilidad del medioambiente y que podrían revertir la situación de despoblamiento en el medio rural.
Terminan con una reflexión de José Antonio Notario, pastor de 87 años y uno de los informantes del estudio que define como injusta la escasa consideración que tiene este oficio: “al pastor se le negaba incluso la condición de persona, sin embargo, no hay profesión que acumule tanta sabiduría, tanto ingenio, tanto apego y conocimiento de la tierra, de las plantas y amor a sus animales”.
Para finalizar, los autores vuelven a recordar aquellas palabras de Cervantes en El Quijote que puso en boca del canónigo “que ya yo sé de experiencia que los montes crían letrados y las cabañas de los pastores encierran filósofos”.
Una mención especial merecen las numerosas fotografías de los propios autores, de los informantes y de otros fotógrafos, así como las bellas ilustraciones de Jesús Alarcón.
Recomiendo la lectura de este libro a todas aquellas personas con inquietudes antropológicas, curiosas, que han conocido en mayor o menor grado a pastores y su trabajo y, sobre todo, a los que quieran disfrutar de la lectura amena e instructiva de este estudio etnográfico que los autores, Tomás, Manuel y José han realizado y que dejará para la posteridad todo el saber relacionado con un oficio tan noble y necesario como el de pastor.
Resumen realizado por Guadalupe Díaz Muñoz