Guadalupe Díaz Muñoz, Asociación de Amigos del Campo de Montiel.
ÍNDICE
- Antigüedad: asentamientos y Encrucijada de caminos
- Edad Media: la Órden de Santiago. Reconquista y Repoblación
- Edad Moderna: proceso de emancipación de las aldeas. La huella de personajes históricos.
- Siglo XVIII: Los proyectos ilustrados.
- Siglo XIX: la Guerra de la Independencia y las desamortizaciones
ANTIGÜEDAD Y HUELLAS ARQUEOLÓGICAS
Los pueblos del Campo de Montiel son testigos de diferentes culturas que han dejado su huella en numerosos yacimientos.
Así, de la época prehistórica están los poblados fortificados del Cerro Castillón, en Infantes y la Mesa del Almendral, sobre las lagunas de Ruidera; el asentamiento ibérico del Cerro Castellón, en Castellar de Santiago; los enterramientos de Cerro Ortega, en Villanueva de la Fuente; el tesoro de la Cabeza del Buey, en Torre de Juan Abad (expuesto en el Museo Arqueológico Nacional); los restos de Alcubillas, Membrilla y Carrizosa; y las pinturas rupestres de las cuevas de Almedina
Hay restos romanos en la villa romana de Puente de la Olmilla, en Albaladejo; en el Cerro de los Torrejones, de Santa Cruz de los Cáñamos; las termas de la Ontavía, en Terrinches y las canteras de piedras de afilar, de Alhambra.
Y de la época medieval, podemos citar la Necrópolis visigoda de las Eras, en Alhambra; el entorno de Jamila, en Villanueva de los Infantes, y numerosos torreones como Torre de la Higuera, en Villamanrique.
Al ser zona de paso natural entre la meseta, Levante y el Sur, el Campo de Montiel se halla profusamente surcado por vías romanas, caminos reales y cañadas ganaderas que, como ocurre con frecuencia, se superponen, como muestra el puente de Triviño, entre Infantes y Almedina.
Entre estos caminos destaca la Via Augusta que fue la primera calzada que hicieron los romanos en Hispania. Por ella se expandió el cristianismo, lo que tal vez determinó que Mentesa (Villanueva de la Fuente) fuera una de las primeras sedes episcopales. En época musulmana, la vía aparece como “camino de los arrecifes”, traducido como camino empedrado. Posteriormente devino en Cañada Real de Andalucía a Valencia.
La Vía Augusta, también llamada Camino de Anibal en referencia a la antigüedad prerromana de la ruta, aprovechaba el paso del Puerto de San Esteban y comunicaba Cádiz con Tarraco y Roma. A su paso por el Campo de Montiel, comunicaba las poblaciones de Mariana (Puebla del Príncipe); Mentesa (Villanueva de la Fuente) y Albaladejo.
Son numerosos los viajeros ilustres que transitaron por este camino:
Aníbal, Julio Cesar, Tariq, Abderramán El Cid, Enrique II, Santa Teresa de Jesús, Alfonso VIII, Cósme de Médicis, y Felipe IV en su viaje a Doñana como nos narró magistralmente Francisco de Quevedo.
Pero de todos estos caminos el que mayor relación tiene con El Quijote es el que Justiniano Rodríguez llama “Camino Real de la Plata” que en la actualidad se correspondería con la carretera de Badajoz a Ciudad Real, prolongándose hasta Cartagena y que se cruza con la Vía Augusta en Villanueva de la Fuente.
Estos caminos fueron de obligado tránsito desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna, incluso para los desplazamientos del propio Cervantes, lo cual justifica el hecho de que el escritor, que tan ambiguo es en ocasiones en las referencias geográficas de su obra magna, insista repetidamente en fijar el Campo de Montiel como escenario de buena parte de las aventuras de Don Quijote.
EDAD MEDIA
Por su posición estratégica, como puerta de entrada para Andalucía a través de Sierra Morena y Sierras de Segura y Alcaráz, el Campo de Montiel constituyó un importante territorio fronterizo en tiempos de la Reconquista. De antiguo se menciona la inseguridad de Sierra Morena; la situación era caótica y los salteadores interceptaban las caravanas de comerciantes y minería y los correos de los gobernadores.
Para responder a estos condicionamientos geopolíticos, desde época musulmana se levantaron y restauraron treinta y dos castillos o torres de seguridad, la mayor parte hoy en ruinas, dando posteriormente lugar a otros tantos pueblos alrededor de las mismas. De entre los castillos o torres que todavía quedan restos podemos citar: el Castillo de Rochafrida, en Ossa de Montiel; los de la Estrella y San Polo, en Montiel; el de Eznavexore-Torres de Xoray, en Villamanrique y los de Albaladejo, Puebla del Príncipe y Terrinches.
Entre ellos sobresalen por su emplazamiento y conservación los castillos de Alhambra y Peñarroya, y el de Montiel por haber sido testigo del conocido episodio histórico de la muerte de Pedro I de Castilla a manos de D. Enrique de Trastámara. Mención especial merece el Castillo de Montizón del que fue comendador Jorge Manrique, de origen más reciente y, por tanto, muy bien conservado, emplazado para control del paso natural de Sierra Morena junto al río Guadalén.
Los reyes cristianos se apoyaron en las órdenes militares para la defensa del valle del Guadiana. Así, La Orden de Santiago repuebla el Alto Guadiana y el Campo de Montiel fundando aldeas y construyendo en ellas auténticas iglesias-fortaleza, entre las que sobresalen las de Villahermosa, Fuenllana, La Solana y Torrenueva.
Un motivo de error frecuente ha sido identificar el Campo de Montiel con los territorios de la Orden de Santiago, ya que sus propiedades llegaban más allá del Campo de Montiel, como es el caso de El Toboso, en Toledo y de la misma sede de la Orden, en Uclés (Cuenca). Tampoco pertenecían al Campo de Montiel los territorios de Jaén o Murcia, que se administraban en la Mesa Maestral del Campo de Montiel, llegándose así a hablar erróneamente de “los Campos de Montiel”.
EDAD MODERNA
Las aldeas fundadas por la Orden fueron independizándose de sus tres antiguas cabeceras –Montiel, Alhambra y Torre de Juan Abad, configurando cada una de ellas su propio término con un radio de media legua alrededor del núcleo, lo que dio lugar a un curioso mapa de términos municipales redondeados que persiste en la actualidad.
La capitalidad de la comarca pasa en el siglo XVI a Villanueva de los Infantes, que debe su nombre en honor al infante Enrique de Aragón que en 1421 le otorgó la emancipación respecto a Montiel. La villa constituye hoy uno de los conjuntos urbanos más bellos y armoniosos de España.
El Campo de Montiel es además testigo en esta época, del nacimiento, paso y muerte de otros ilustres personajes.
Como ejemplo,
- ya hemos citado la muerte en el Castillo de Montiel del Rey Pedro I el Cruel a manos de su hermano bastardo Enrique;
- por haber visto nacer (en Fuenllana) a Santo Tomás de Villanueva, profesor de filosofía en Salamanca y Alcalá y arzobispo de Valencia y referente para el Concilio de Trento;
- también a Fernando Yánez, pintor de la escuela de Leonardo Da Vinci, en Almedina;
- a Antonio de Molina, escritor ascético, en Villanueva de los Infantes;
- a Bartolomé Jimenez Patón, humanista y gramático, en Almedina;
- a Fernando Ballesteros Saavedra, catedrático de Alcalá, en Villahermosa;
- a la venerable Madre Mariana de Jesús, en Ossa de Montiel;
- a Matías de Arteaga, pintor, en Villanueva de los Infantes;
- y a Fray Gregorio García, historiador, etnólogo y misionero en las Indias, en Cózar.
- En él residieron personajes tan ilustres como los poetas Jorge Manrique, señor de Villamanrique y Francisco de Quevedo, Señor de la Torre de Juan Abad.
SIGLO XVIII
El Reformismo Ilustrado tiene como objetivo modernizar el país, es decir, las vías de comunicación, las técnicas agrarias, la mejora de las poblaciones y la industria. Bajo este movimiento, en el Campo de Montiel, se acometieron tres grandes proyectos de desarrollo:
Un caso singular es San Carlos del Valle con su sorprendente Plaza Mayor. Fue fundada por Carlos III, para ordenar el espacio desbordado por la gran afluencia de peregrinos al Cristo del Valle y de cuya planificación se encargó Pablo de Olavide.
2- El Canal del Gran Prior que se construye con el objetivo de convertir en productivas las tierras del Priorato de San Juan, ya que tenían un pobre rendimiento a pesar de la abundancia de agua.
El Canal fue diseñado por Juan de Villanueva, arquitecto de Carlos III y parte desde la laguna Cenagosa para discurrir aguas abajo y regar las tierras del Priorato de San Juan. Además, se crearon dos asentamientos para colonos en Peñarroya y La Magdalena que todavía hoy se pueden visitar.
3- La famosa Fábrica de Pólvora de Ruidera que se construyó en el lugar de unos antiguos molinos de agua en la laguna del Rey y fue diseñada también por Juan de Villanueva. La fábrica funcionó hasta 1868 cuando se cerró por dejar de recibir el suministro de salitres de Alcázar. Hoy, se puede visitar la casa del administrador, convertida en centro de interpretación del Parque Natural y los restos del molino de San Antón.
Pero, con independencia de estos tres proyectos, el Reformismo Ilustrado marcó paradójicamente el gran declive del Campo de Montiel como potencia política, económica y demográfica. Lo que, hasta entonces, había sostenido la importancia de la zona, ser paso a Andalucía, se derrumbó al desplazarse al Oeste dicho eje Norte-Sur dentro del proceso borbónico de centralizar las vías de comunicación con Madrid de forma radial, en lo que hoy es la Autovía Nacional IV y el paso de Despeñaperros.
SIGLO XIX.
El Campo de Montiel también se significó en la Guerra de la Independencia, primero, aportando partidas y guerrilleros que hostigaban a las tropas napoleónicas y que se movían por toda La Mancha; y en segundo lugar, porque en julio de 1812 –hace más de doscientos años- la Junta Superior de la Mancha se trasladó a Villanueva de los Infantes para proclamar por primera vez en esta provincia, la Constitución de Cádiz, conocida popularmente como La Pepa.
A lo largo del siglo XIX, también es importante destacar el intenso proceso desamortizador en el Campo de Montiel. Se expropian y se venden a particulares, tierras, montes y agua pertenecientes no solo a la Iglesia, sino a los municipios y al propio Estado, especialmente en el entorno de las lagunas de Ruidera. Los municipios más afectados por este proceso fueron Alhambra, Ossa de Montiel y Villahermosa.
SIGLO XX
La principal característica de este siglo es el fenómeno emigratorio y la despoblación de su territorio, tendencia que, por desgracia, todavía hoy perdura.
Para elaborar este resumen, me he basado principalmente en los trabajos realizados por Justiniano Rodríguez, presidente de nuestra Asociación y por Maria Ángeles Díaz Muñoz quien fuera su vicepresidenta y que amó esta tierra más que ninguna otra.
Para terminar, quería señalar que en esta breve presentación he citado cada uno de los 23 pueblos que conforman el Campo de Montiel, porque TODOS SON parte fundamental de este territorio.