Por la Dra. Encarna Díaz
A Sydenham (1624-1689), apodado “el Hipócrates inglés”, famoso por crear las bases de la patología moderna, se le atribuye una anécdota curiosa: en una ocasión, un noble le preguntó qué libro de medicina le aconsejaba. La respuesta fue “Lea Don Quijote, que es un libro muy bueno y muy instructivo; yo no me canso de leerlo”. Sorprende esta respuesta sabiendo que la primera traducción al inglés del Quijote fue hecha en 1612 por Thomas Shelton, es decir, poco más de una década antes del nacimiento de Sydenham. La penetración del Quijote en las letras inglesas fue rapidísima de la mano de sus ediciones, de sus ilustraciones y de sus imitaciones.
Testimonio semejante encontramos en el bacteriólogo alemán PAUL ERLICH (1854-1915), Premio Nobel de medicina en 1914, a quien se atribuye el siguiente diálogo con su profesor:
“Maestro, dígame cuál es el libro de medicina que condense todo el saber, que me haga comprender el dolor, el sufrimiento y las alegrías del hombre. Dígame, profesor, para ello ¿qué libro de medicina debo leer, de qué autor?” “Lee El Quijote, hijo, de Don Miguel de Cervantes”, fue la contundente respuesta del maestro.
Ramón y Cajal descubrió a los 12 años “Don Quijote” desagradándole un héroe metido en tristes reveses y con un final infeliz. Pero esta primera impresión cambió radicalmente a lo largo de su vida. En 1905, un año antes de recibir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, leyó un discurso en el colegio de médicos de San Carlos, en los actos de conmemoración del 300 aniversario de la publicación de la primera parte del Quijote, titulado “Psicología del Quijote y el Quijotismo” donde considera a Don Alonso Quijano “Un ideal de humanidad, de magnanimidad y de justicia”
Y sorprendente es el caso de Sigmund Freud, quien, interesado por la obra de Cervantes, se dice que aprendió español para poder leer El Quijote en versión original.
El tema de la locura y por contraposición, el de la cordura, es tan importante en la obra cervantina que se ha convertido en tema de estudio para psicólogos y psiquiatras, así como para literatos.
Cervantes nos dice que los sueños son posibles, y don Quijote, en las disposiciones de su mente, es libre y siendo anciano puede recobrar los ímpetus juveniles del caballero aventurero; siendo “hidalgo de escaso pasar” puede romper las ataduras de su condición vendiendo tierras de labrantía o sembradura; y siendo estático y rutinario en su vida y costumbres, puede sacudirse el hastío vital del Lugar de la Mancha y buscar viaje, aventuras y nuevos ideales de vida.
Frustraciones, inhibiciones, represiones, obsesiones, imaginaciones y sueños llevan a la monomanía de Alonso Quijano, a quien su desorden vital, la falta de descanso y de hábitos saludables causan una lesión mental, obsesiva y senil.
Cervantes se basó en el libro “Examen de ingenio para las ciencias” (1575) de Huarte de San Juan, para definir la tipología de sus personajes, sus complexiones y sus humores. Don Quijote era de “complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro” y por ello “de temperamento colérico y melancólico”. El ventero “que, por ser gordo era hombre pacífico” es en su humor “Socarrón”, es decir de temperamento “Flemático”, como Sancho, quien se perfilará de “Barriga grande, el talle corto y las zancas largas”. Cervantes combina lo psíquico y lo somático para darnos un esbozo de la personalidad completa de los personajes de su obra.
También nos dice Cervantes en El Quijote que un caballero ha de ser Astrólogo, Matemático, Médico y principalmente herbolario.
El Quijote fue considerado ARS MEDICA por condensar todas las ramas posibles de la sanidad de su tiempo. Vayamos viendo cada rama.
TRAUMATOLOGÍA
La traumatología se muestra con frecuencia en El Quijote: aparecen contusiones, caídas, golpes, molimientos, machacamientos o machucamientos, tormentas y tempestades de palos, palizas, apaleamientos, aplastamientos, espadazos de plano, garrotazos, ,quebrantamientos, dislocamientos, pedradas, perdidas de dientes, manteamientos, torniscones, azotes, candilazos, parasismos, mojicones, pellizcos, porradas, zancadillas, varapalos…..
Y como consecuencia, los personajes sufren: brumaduras, cardenales, chichones, crujimientos, desmayos, quebrantamientos, fracturas, roturas de miembros, dislocamientos, pérdidas de dientes, pérdidas de sangre o son HECHOS ALHEÑA.
Por supuesto, a estos accidentes se les pone remedio con: cataplasmas, emplastos (epitenas y pictina), bizmas, ungüentos, pomadas, bálsamos, aceites , licores, brebajes e incluso oraciones para pegar barbas y, por supuesto, las supersticiones médicas…
“Las heridas que se reciben en las batallas, antes dan honra que la quitan”
CIRUGIA
En El Quijote se habla de sangre, sangrías, cortes, cuchilladas, heridas incisas producidas en el combate por armas de filo aguzado, o desde la burla, por gatos acosados. Y todo tipo de seccionamientos (amputaciones), como la pérdida parcial de la oreja en el episodio del Vizcaíno (emplasto de romero y sal) o el del corte de un miembro que lleva a la utilización del famoso Bálsamo de Fierabrás y el encaje sutil del miembro amputado ( precedente de los reimplantes) antes de que la sangre se “ hiele”.
SANIDAD FEMENINA
GINECOLOGIA – Menstruación, embarazo, puerperio, menopausia y trastornos adyacentes.
Morir de parto es mencionado varias veces en El Quijote.
El labrador de Miguelturra le dijo al Gobernador ser viudo “porque se murió mi mujer o, por mejor decir, me la mató un mal médico, que la purgó estando pariendo”
DERMATOLOGIA
Lunares, nevus, lepra, viruela, verrugas, tiña, calentura, malaria.
ODONTOLOGIA
Don Quijote, después de alancear a los carneros es atacado por sus dueños “…llegó otra almendra y diole en la mano y en la alcuza donde estaba bebiendo, llevándole de camino tres o cuatro dientes y muelas de la boca”. Le dice entonces a Sancho: “Llégate a mí y mira cuantas muelas y dientes me faltan, que me parece que no ha quedado ninguno en la boca” “¿Cuántas muelas solía tener vuestra merced en esta parte? “, respondió Don Quijote “Cuatro, fuera de la cordal (del juicio)… Digo cuatro, si no eran cinco, porque en toda mi vida me han sacado diente o muela de la boca, ni se me ha caído ni comido de neguijón (caries) ni de reuma (infección alguna)”
MEDICINA PREVENTIVA
Nuestro autor parece anticipar la medicina preventiva moderna, cuando el doctor Recio de Tirteafuera dice de sí mismo a Sancho que “no cura las enfermedades cuando las hay sino que las previene para que no vengan”.
PROFESIONALES DE LA EPOCA
Por El Quijote transitan físicos, cirujanos latinos y romancistas, médicos militares (Dionisio Daza Chacón, curó a Cervantes en Lepanto), médicos de cámara, barberos, sanadores, algebristas, fisónomos, curanderos o simples cabreros conocedores de hierbas y plantas como el romero, el laurel, el ruibarbo y la achicoria.
LA VIDA
Don Quijote imparte consejos generales sobre higiene y salud.
La alimentación está presente desde el comienzo de la obra, donde se define al hidalgo por lo que come (olla, salpicón, duelos y quebrantos, lentejas y algún palomino), hasta la comida pantagruélica de las Bodas de Camacho.
Entre los consejos que le da a Sancho, Gobernador de la Ínsula Barataria está éste: “Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estomago” “Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra”.
Sugiere moderación en el sueño, “que el que no madruga con el sol no goza del día”
Y pone en valor la necesidad de descanso “del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro a Don Quijote”
Que El Quijote es un gran compendio de sabiduría es algo evidente y reconocido; leerlo nos lleva a saber de diferentes disciplinas tales como geografía, filosofía, historia, música, gastronomía, literatura… Con estas líneas he querido poner el foco en la Medicina que aparece en El Quijote, dando una amplia visión de las enfermedades de ese tiempo, sobre su prevención y tratamiento y, en definitiva, sobre la vida.
Bibliografía:
El Quijote médico. Julián Bravo Vega, Anales cervantinos, vol.XLI, PP. 105-115, 2009, ISSN: 0569-9878
La medicina en el “Quijote”. Roberto Puig, fp. chasque. net
El Quijote y la Medicina. José María Manzano Callejo, NUEVA TRIBUNA. ES. IV centenario de la muerte de Cervantes.
El Quijote en la Medicina y como medicina. Pepe Romagosa. Peperomagosa.wordpress.com
Aproximación psicopatológica a El Quijote (según la nosología psiquiátrica actual). Rosana Corral Márquez, Rafael Tabarés Seisdedos. Revista de la asociación Española de Neuropsiquiatría. no 85