Por Guadalupe Díaz Muñoz
Se dice que la laguna Blanca (950 metros de altitud) es la primera del rosario de 15, del complejo lagunar de Ruidera. Siendo puristas, tendríamos que decir que es la tercera, pues aguas arriba están otras dos, la de la Nava y la del Escudo, ambas pequeñas, poco profundas y muy discretas.
Mi vida y la de mi familia ha estado siempre muy ligada a la laguna Blanca, ya que desde pequeños, hemos pasado largas temporadas allí, en la finca que por herencia recibió mi padre y en cuyo título de propiedad está incluida la laguna.
El caso de la propiedad privada de las lagunas de Ruidera es un caso único en España y se debe a la desamortización de Madoz, en 1855. Consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes en poder de las llamadas “manos muertas” es decir, la Iglesia o las órdenes religiosas (Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén) que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y abintestatos. La finalidad de la desamortización fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. Además, así el Estado obtenía unos ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar los títulos de deuda pública. (Francisco Tomás y Valiente: El marco político de la desamortización en España).
Con la desamortización de Madoz, se subastaron las propiedades de la Orden de Santiago en el Campo de Montiel. Por aquel entonces, Aniano Martínez Andújar, compró varias fincas, entre las que se encontraban Hoya Morena, Lizana y, entre ellas, la laguna Blanca, de la que compró incluso el manto de agua, pasando posteriormente por herencia, a sus descendientes.
Imagino que hasta mediados del siglo XX, no se consideró que la laguna tuviera ningún valor; no servía para nada excepto para el riego de las escasas huertas cercanas o como abrevadero de animales. Entre los años 1950 y 1970, muy pocas personas disfrutábamos de la laguna, pero con los años, las visitas de bañistas se disparó, llegando a convertirse en una verdadera avalancha a finales de los 80 y en adelante.
Esta afluencia masiva llegó a poner en peligro el equilibrio natural de la laguna. Afortunadamente, el Patronato del Parque Natural de las Lagunas, amparándose en la Normativa de uso y disfrute del parque y a través de un acuerdo con los propietarios de las fincas colindantes, limitó el acceso de vehículos a la laguna y estableció un aparcamiento privado y de uso público frente a la era de piedra del cortijo de Lizana.
Yo veo la laguna Blanca como un ser vivo con una personalidad muy marcada . Puede mostrar diferentes caras, como un azul turquesa propio de las mañanas de agosto, o un morado oscuro, en los días de tormenta. Puede parecer un espejo, en los atardeceres del verano o tener una superficie rizada con pequeñas olas que recuerdan las del mar, bajo rachas de ventisca. Normalmente su agua es cristalina y fría, pero en ocasiones, se enturbia y presenta algas por la superficie que le confieren aspecto de charca. Puede estar llena de agua, rebosándola por el río “Derramaero” cuyo verdadero nombre es río del Vado Blanco y por las dos regueras que salen hacía los lagunillos de su margen izquierda; o puede estar completamente seca, en épocas de escasez de aguas y pasar así varios años. La hemos visto llenarse alegremente en tan sólo quince días, y también agonizar secándose con la misma rapidez.
Su baño es bueno por la limpieza de su fondo, la arena blanca y la firmeza del suelo. Es poco profunda, no más de 3 metros. Sin embargo, también se ha cobrado sus víctimas: mi tío Antonio murió ahogado en ella, hace muchos años, cuando se cayó de una balsa; también se ahogó en ella un pequeño de dos años mientras se bañaba con su familia.
La laguna Blanca se nutre de varias entradas de agua: de dos ríos, el río Pinilla y el Río de la Nava y de tres fuentes: la fuente de los Zampoñones, la del Borbotón y la fuente Verdejo. Además, existe un aporte extra de agua que brota del mismo fondo de la laguna, que en realidad es el afloramiento del acuífero 24.
Algunos dicen que la laguna Blanca es el nacimiento del río Guadiana, pero ni los geógrafos se ponen de acuerdo con este lugar. Lo que si está claro es que el río Guadiana nace con el aporte de todas las fuentes y nacimientos de la zona alta de las lagunas de Ruidera. Siendo esto así, la laguna Blanca contribuiría a su nacimiento.
La laguna Blanca está ligeramente alejada de las siguientes lagunas, a unos 7 kilómetros en línea recta, y, dado que en sus alrededores no se ha producido ninguna especulación urbanística, podemos decir que se ha mantenido en condiciones naturales y fuera del influjo pernicioso del ser humano poco respetuoso con el medio ambiente. Por ello, alberga una sorprendente riqueza biológica con gran diversidad de especies animales y plantas que quizás no sean lo suficientemente conocidas por el visitante-bañista habitual. Entre esa riqueza, quiero resaltar lo siguiente:
ARENAS. El color blanco del fondo y orillas de la laguna Blanca se debe a las tobas, sedimento de calizas que arrastra el agua del Guadiana. Es un elemento frágil y la erosión humana puede destruirlas.
FLORA.
Un cinturón de vegetación rodea esta laguna formando una auténtica barrera entre la tierra firme y la lámina de agua. El Carrizo es la más común, especie catalogada como vulnerable en Castilla la Mancha. Además, encontramos Eneas, Junquillo negral, Menta acuática, Lengua de perro, Ruibarbo pobre y Junco de laguna. En concreto, en la laguna Blanca se da la mayor extensión juncal de todo el parque. Cuidémoslo. La vegetación palustre da cobijo y lugar de nidificación a multitud de especies animales que viven en este parque natural En algunas lagunas esta vegetación palustre fue eliminada para dejar espacio a playas artificiales, lugares donde bañarse los visitantes estivales de Ruidera. También existe en la laguna Blanca una pequeña planta acuática carnívora, llamada Utricularia australis. Esta especie se encuentra catalogada como especie amenazada en Castilla la Mancha. La Utricularia es una pequeña planta carnívora de flores amarillas, que con unos pequeños “utrículos” o bolsas, captura pulgas de agua, de donde obtiene los nutrientes que necesita. En la laguna Blanca es donde mejor puede apreciarse esta planta carnívora.
En el monte encontramos Sabina Albar, junto con Enebros, Chaparros y algunas Encinas aisladas. Es alrededor de la laguna Blanca donde se encuentran los sabinares más meridionales de Europa y mejor conservados.
FAUNA.
Aves. Son comunes las aves acuáticas, como el Somormujo lavanco, o el pequeño Zampullín chico así como el Pato colorado o el Porrón común y el Ánade real. Es de destacar la presencia en invierno del Porrón moñudo con el núcleo más importante de invernada de esta especie en Castilla la Mancha. Otras especies habituales son las Fochas y la Polla de agua.
Entre los carrizales y masegares, abundan los Carriceros tordales , Bigotudos zarceros, etc. El Martín pescador suele encontrarse en las orillas de los arroyos. La Garza Imperial cría en los masegares de la laguna, así como el pequeño Avetorillo. El Cormorán Grande es observable, en la laguna en los meses de otoño e invierno.
Entre las rapaces destaca el Aguilucho lagunero, que nidifica en la vegetación palustre, así como el Aguilucho pálido, observable durante los meses de invierno. En los sotos y bosques de galería, el Gavilán y el Azor, comparten junto con el Búho chico y el Autillo la espesura.
Esta diversidad de aves convierten al entorno de la laguna Blanca en un lugar excepcional para la observación de aves, haciendo las delicias de los ornitólogos más experimentados
Mamíferos. Especie habitual de estos ambientes es el Zorro, y el Jabalí . Otras especies comunes son la Musaraña común, el Lirón careto y el Erizo, junto con el Conejo y la Liebre.
Anfibios y Reptiles. En la laguna Blanca podemos encontrar anfibios como el Tritón jaspeado, el sapo común, el Sapo corredor, así como la Ranita meridional, y la Rana común. Entre las formaciones de matorrales y caminos es fácil observar a la Lagartija colirroja, y el Lagarto Ocelado, siendo muy amplia su distribución, así como el Eslizón ibérico, la Culebra lisa meridional, la Culebra de escalera y la Culebra bastarda. En la orilla de la laguna podremos ver la Culebra viperina.
Peces. La laguna alberga una interesante comunidad de peces de agua dulce autóctonos como el Barbo comiza y el Barbo cabecicorto. También encontramos una importante colonia de Cangrejo rojo americano que fue introducido artificialmente para su pesca, con importantes daños para el cangrejo autóctono al cual eliminó totalmente.
En la laguna Blanca, la pesca no está permitida.
Conclusión.
El conjunto de Ruidera representa una formación geológica de singular belleza paisajística y natural, un paisaje único en la península, sólo comparable en Europa a los lagos escalonados de Croacia “lagos de Plitvice” de similar origen a nuestras lagunas de Ruidera y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
La laguna Blanca forma parte de este conjunto, y nos ofrece una riqueza natural enorme. Se dice que lo que no se conoce, no se valora. En este artículo, he intentado reflejar los valores naturales de la laguna. Ahora, es nuestro deber cuidarla para que podamos disfrutar de su belleza muchos años más.